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jueves, 28 de octubre de 2010

Merodeando con las Valkyrias


Merodeando con las Valkyrias
Por Omar Velásquez Manzo.



Este es uno de los lugares que más me ha gustado en mi recorrido mexicano: Real de Catorce, San Luis Potosí, merecidamente designado por la SECTUR como "pueblo mágico" (bueno, es raro que un lugar no me guste). El pueblo tiene tan solo 1000 almas, pero, a pesar de ser un pueblo tan pequeño, hay tanto qué decir sobre él (de plano, confieso que me entusiasmé demasiado con el lugar).

Para empezar, lo original empieza desde el traslado hacia el pueblo. Para llegar al lugar se debe tomar un autobús en Matehuala, S.L.P, que es un recorrido que dura 2 horas, de las cuales la última media hora es sobre un camino empedrado que recorre pueblitos donde abundan ruinas de edificios viejos de piedra. Ahora bien, el recorrido se interrumpe a la entrada de un estrecho túnel: el único acceso vehicular al pueblo. En la entrada al túnel hay que transbordar a un camión urbano más pequeño, porque el autobús no cabe. El túnel sólo permite la circulación en un sentido, así que para controlar el tráfico vehicular hay personas apostadas en


 
ambos accesos del mismo con radio en mano, mismas que autorizan el ingreso al túnel por turnos: un grupo de vehículos entra al pueblo, mientras los que quieren salir esperan su turno al otro lado del túnel. El recorrido dentro del túnel lleva entre 5 y 10 minutos, y está marcado por unos focos en el techo; dentro del camión todo está oscuro (viaje no apto para claustrofóbicos o nictofóbicos), en algunos puntos el espacio se reduce notoriamente, pero el chofer utiliza toda su pericia para pasar sin tocar las paredes.



Al salir del túnel uno se percata de lo bonito y original del lugar. Es como un pueblo de película, de apariencia vieja y rústica, donde el tiempo se detuvo en la época de las historias de fantasmas y bandidos: un pedazo del pasado en medio de lo moderno.... ah me ganó el entusiasmo, así que dejo las metáforas y mejor paso a dar una descripción decente..... Bien, este es un lugar muy muy muy distinto a aquellos que había visitado en mi recorrido:

* Se encuentra en medio de la sierra y en un ambiente semidesértico (el altiplano potosino, muy frío por cierto), donde abundan los nopales de pencas grandes y tunas coloradas (por algo a los potosinos les dicen "tuneros").

 


* Su arquitectura es colonial, pero súper diferente a las que había yo visto en el sureste mexicano y Centroamérica: aquí la regla es la construcción de piedra y, por lo general, sin emplaste, lo cual le da una apariencia rústica muy agradable a la vista.
* La irregular orografía del lugar está conformada por cerros, cañadas con paredes que van de lo inclinado hasta lo vertical, y cauces secos de arroyos.
* Escasez de vehículos de motor, y abundancia de caballos (para trasporte y recorridos turísticos).

De la combinación de lo anterior resulta un pueblo de película, donde uno esperaría ver vaqueros y aparecidos. El pueblo existe desde el 1700 y tantos, y se vivía de la minería de la plata, hasta que a principios del siglo XX (el siglo pasado: ya me sentí viejo) decayó y casi se convierte en pueblo fantasma, de no ser porque aquí hay una imagen de San Francisco de Asís que se considera muy milagrosa, así que los peregrinos devotos mantenían su recuerdo. El revival del pueblo y su salto a la fama fue gracias al Programa de Pueblos Mágicos de la SECTUR (gracias Chente), con su inclusión en dicha lista su nombre salió del olvido y de inmediato fue objeto de la curiosidad del turismo mexicano y extranjero (y ahí estoy yo como muestra). El pueblo es súper fotogénico: para donde uno voltee puede salir una foto digna de postal o una pintura, en casi todos lados el paisaje se combina magníficamente con las construcciones, aún si se tratase de ruinas.



El principal atractivo del lugar es su parroquia con su imagen de San Francisco, visitada por personas que vienen a pedir favores al Santo. Al interior del templo hay un espacio donde los peregrinos pueden colocar un "retablo" como muestra de agradecimiento; el retablo es un cuadrito con un dibujo y una exposición del milagro concedido. Predominan las solicitudes relativas a la mejoría de salud, perjudicada por alguna enfermedad o accidente, pero también pueden encontrarse peticiones tales como salir de la cárcel, el regreso de la persona amada, la ayuda en trámites, conseguir trabajo, etc. Todo se vale. Según la Lonely Planet Guide, a las fiestas del santo acuden más de 100 mil personas.

En la parte Este del pueblo, en la ladera de un cerro, se encuentra el cementerio, el cual tiene la apariencia de un cementerio de película del viejo oeste, tipo "Bueno, malo y el feo" o western italiano. En el piso de su capilla se encuentran tumbas viejas, y en la imagen de un santo, que supongo es también San Francisco, hay colocadas varias fotos (tamaño infantil y credencial), también manifestación de la religiosidad popular.



Hacia el sur del pueblo, subiendo la sierra por un camino empedrado, se encuentra el llamado "pueblo fantasma", que son las instalaciones mineras abandonadas. Son sólo 4 km., pero como es de subida el recorrido se hace en una hora, a menos que se decida rentar un caballo (mi presupuesto me exigió hacer el recorrido en 2 patas y no 4 --y de subida los santos no ayudan, sólo de bajada--).

Vi que se vende mucho dulce típico, así que este es un buen destino para los golosos. Yo aproveché para probar la cajeta con tequila.


 
Hay otras atracciones: museos, los restos de la plaza de toros, paseos a unas minas, pero ello ameritaría una estancia más prolongada. Hubiera sido curioso pasar la noche en el pueblo (hay varios hotelitos y posadas), creo que se sentiría uno en otro tiempo. Por cierto, según lo poco que leí sobre el pueblo, parece ser que otro de sus "atractivos" es una peregrinación a esta región de huicholes (y también personas que no son huicholes, pero que van de colados) en la búsqueda del peyote, cactácea que les ayuda a "ponerse en onda" para comunicarse con sus divinidades. Así que también, desde ese otro punto de vista no convencional, verdaderamente este es un pueblo mágico.






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1 comments:

Perla Gutiérrez dijo...

Genial artículo Omar.
Una vez más, bienvenido al equipo de trabajo.

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