En la victoriana ciudad de Londres, Henry Jekyll es un digno, gentil y estimado pilar de la sociedad. Un médico noble y altruista, quien desconcierta a sus amigos cuando de repente se aparta de todos ellos. Utterson, un abogado amigo suyo, trata de descifrar por todos los medios porqué su amigo se ha vuelto un ermitaño, y porqué todos hablan de Mr Hyde como el habitante de la casa de su amigo, cuando él nunca antes lo había conocido, ni se mostraba ningún tipo de relación entre Jekyll y Hyde.
Lo que ninguno sabe, es que Jekyll se aventura a secretas manipulaciones de una droga para separar en dos personalidades distintas las naturalezas (buena y mala) del ser humano; pero al final pierde el control sobre su alter-ego (doble no es una palabra adecuada, pues cuando existía uno físicamente el otro desaparecía). Mr Hyde es un ser malvado y repugnante que comete abominables crímenes y termina apoderándose de la personalidad de su creador.
“Ésta novela se considera la más profunda de Stevenson, su trama produce en el lector un sentimiento terrorífico y de angustia, culminando con el inesperado horror de la escena final”. Claro, esta era la definición adecuada de esta novela publicada en 1866, muchísimo tiempo antes que el género de terror fuera uno de los más asiduos y atractivos tanto en literatura como en cine, y muchísimo tiempo antes de que nos llevaran tanto en la pantalla grande como en la chica diversas alusiones a esta novela. Pues en el libro, la última escena es una carta donde el Dr Jekyll hablaba sobre el experimento que le consumió la vida: la liberación de la maldad contenida en su interior en la forma de Mr Hyde.
Acerca del autor
Robert Louis Stevenson nació el 13 de noviembre de 1850 en Edimburgo, Escocia, hijo de un ingeniero y dueño de una empresa dedicada a la construcción de faros. Creció en una acomodada familia de la burguesía escocesa, rigurosa en cuanto a los valores del trabajo personal y a la moral.
Desde pequeño tuvo graves problemas de salud. la tuberculosis lo obligó a guardar cama por largos periodos de tiempo y a estar ausente de todos los juegos habituales con los demás niños. En cambio, encontró consuelo y un gran aliciente para su imaginación en las narraciones que su institutriz le hacía sobre varias fábulas, historias y leyendas. Las lecturas de esos años que influyeron en sus narraciones de adulto fueron especialmente Los viajes de Gulliver, de Swift, Robinson Crusoe de Defoe, las narraciones históricas de Sir Walter Scott, y las novelas de Dumas padre, entre otros.
Su primera obra conocida, El levantamiento de Pentland, la escribió a los dieciséis años, y era un ensayo histórico en defensa de los presbiterianos escoceses rebeldes durante el siglo XVII para lograr el reconocimiento de sus creencias y derechos religiosos en la entonces católica Escocia.
Comenzó la carrera de Ingeniero, y la abandonó por motivos de salud, pero enseguida comenzó Leyes. En esa época descubre las revolucionarias teorías de Darwin y Spencer, además de escritores como Hazlitt, de quien asumió la honesta defensa de las propias ideas y de los derechos de los demás, además de aprender la historia de la literatura inglesa. Se recibió de abogado en el año 1871, y ese año edita su segunda obra “Bazar de Caridad”.
Sus decisiones amorosas y su cada vez más fuerte dedicación a la escritura le valieron fuertes pleitos con su padre. Escribió varios libros de viajes, pero su primer gran éxito fue “La Isla del Tesoro”.
Stevenson muestra una fuerte influencia de Sir Walter Scott, aunque su estilo es ficción, no histórico. A pesar de su parentesco con antiguas formas de literatura, “El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde” es un producto de su tiempo, y se debe mucho a los nuevos género emergentes de ficción, misterio y de detectives. La historia es también de su tiempo en relación con las ideas de Darwin, ya que Hyde no es una simple proyección de la parte ruín de Jekyll, sino que parece representar una inversión del proceso involutivo. Como monstruo creado por un científico, es también descendiente de Frankenstein, descrito por Mary Shelley en su novela de 1818.
El punto de vista sicoanalítico
Se ha enfatizado en este campo la detallada descripción que Stevenson hizo de la casa de Jekyll, tanto de su interior como de su exterior. En la novela inglesa hay una fuerte tradición de usar las casas como objetos simbólicos, tal como lo hizo Jane Austin en Mansfield Park o Evelyn Vaughn en Brideshead Revisited, pero nunca una descripción como la de Stevenson. La fachada de la casa, que representa al personaje público y mejor “yo” de jekyll, muestra una imponente cara a una amplia y elegante plaza, pero, oculta en un estrecho y lóbrego callejón, la casa tiene otra puerta que da a un desaliñado y descuidado sótano, la que representa a Mr Hyde. El simbolismo freudiano de esta descripción, unido al hecho de que Hyde es más joven que Jekyll, cuyo “yo” oculto representa, llevó a varios intérpretes a suponer una inconsciente o codificada relación homosexual entre los dos hombres.
Literatura vs Cine
Creo que en estos tiempos, raramente alguien lee el libro, pues la mayoría de las personas tiene la idea de que Mr. Hyde es un tipo tremendo de tamaño y terrible de imagen, un animal salvaje, violento, extremadamente fuerte. Casi casi, la imagen de un gorila con el tamaño de un elefante, usando las raídas y ajustadas ropas de un humano que se dañaron mientras se convertía en bestia. Y tenemos también en la mente al Dr. Jekyll, como un tipo tímido, de corta estatura y bastante dulce. Sin embargo, al leer el libro, encontramos que el concepto del autor es completamente distinto: Henry Jekyll es un hombre grande, corpulento, bastante afecto a las fiestas, al vino, al mismo tiempo que piadoso y generoso; mientras Edward Hyde es un tipo enjuto, mínimo de estatura. No se trata de un hombre de aspecto desagradable físicamente, sin embargo, lo rodea un aura de maldad que se percibe desde lejos, y produce un malestar al tenerlo cerca. Y el Dr. Jekyll, en su carta de despedida, narra que Mr Hyde es esa parte de maldad que vive en cada uno de nosotros, a quien él ha logrado liberar, con el propósito de tener un modo de dar rienda suelta a sus más bajas y oscuras pasiones sin sentir ningún tipo de remordimiento. De la misma forma, se arrepiente de haberlo hecho, reconociendo que cada uno de nosotros es como debe ser, un equilibrio perfecto de bondad y maldad, cada cual en su justa medida.
Ejemplos de lo que nos encontramos en el cine o en tv:
Y esta parodia de Dr Jekyll y Ms Hyde
Así que, la próxima vez que tengan ese impulso de hacer algo malo sin ningún motivo, como golpear con el auto a quien les impide avanzar con velocidad, empujar por las escaleras a alguien que les desagrada, o a algún desconocido, tengan cuidado, es su lado malvado tratando de apoderarse de su cuerpo.
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