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jueves, 28 de octubre de 2010

In Focus



CUESTION DE DERECHOS
Por Perla Gutiérrez


Ya lo dijo sabiamente Don Benito Juárez: “ Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”.

Pero antes de saber que derechos hay que respetar, debemos saber lo que es derecho. "El Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirado en postulados de justicia, cuya base son las relaciones sociales existentes que determinan su contenido y carácter. En otras palabras, es el conjunto de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos interpersonales".


Hoy quiero concentrarme específicamente en el derecho a vivir. No voy a hablar de religión, pues espero que este escrito sea leído por la mayor cantidad posible de gente, ateos y religiosos de cualquier doctrina. Espero que este ensayo sea leído por seres humanos, humanos en toda la extensión de la palabra.

Humano, na: adj. Perteneciente al hombre o propio de él. Fig. apl. A la persona que se compadece de las desgracias de sus semejantes.

Somos seres humanos, autonombrados por nosotros mismos desde el principio de los tiempos como los reyes de la creación, simplemente por el hecho de que nadie nos disputó el derecho a ser considerado como el más capaz para sobrevivir, el más hábil con sus manos, el más inteligente de pensamiento. El ser con mayor capacidad de adaptación a su entorno. Y durante mucho tiempo, muchísimo tiempo, hemos desarrollado normas de conducta para regular nuestro comportamiento en nuestro planeta, con nosotros mismos, y con las especies que nos rodean. Hemos decretado derechos universales, y como siempre desde el inicio de los tiempos, queremos aplicarlos solamente a nuestra conveniencia.

 Hay un principio universal de derecho, que dice que mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás. Y los niños tienen derechos, hasta se les ha hecho participar en elecciones infantiles para que voten por cual es su derecho más apreciado. ¿Por qué no les queremos reconocer ese derecho a los nonatos? ¿Será porque aún no se les ha registrado como personas para que reclamen sus derechos? Si hasta estamos decididos a respetar la vida de cualquier animalito, solamente por el hecho de vivirla, aunque no esté registrado en ningún sistema mediante su nombre y apellidos, ¿por qué no le queremos reconocer a nuestros propios niños su derecho a vivir?

 Y que, acaso ¿no sería inhumano dejar de compadecernos de esos seres que tienen la desgracia de ser abortados? ¿Los estamos considerando diferentes a nosotros porque aún no han salido del vientre, porque no están completamente formados? Claro que somos semejantes, no olvidemos que todos nosotros, todos los que estamos vivos, empezamos exactamente igual que ellos, empezamos por el proceso de fecundación, que nos convirtió en embriones, que nos convirtió en fetos, que fuimos capaces de nacer y vivir hasta hoy.


LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS

 Los derechos de los niños, son derechos que poseen los niños, las niñas y los adolescentes. Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia. Varios documentos consagran los derechos de la infancia a nivel internacional, entre ellos la Declaración de los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos del Niño. Estos documentos reconocen a los niños como sujetos de derecho, pero convierten a los Estados y a los adultos en titulares de la obligación de respetarlos y hacerlos respetar.


Antecedentes

 La idea de acoger los derechos del niño circuló en algunos medios intelectuales durante el siglo XIX. Un ejemplo de ello fue la referencia que hizo el escritor francés Jules Vallès en su obra El niño (1879), y más claramente la reflexión sobre los derechos del niño que realizó Kate D. Wiggin en Children's Rights (1892).

 En este ambiente receptivo, en las dos primeras décadas del siglo XX circularon varias declaraciones de los derechos del niño, a veces en forma literaria o bien como resoluciones de organizaciones científicas y pedagógicas.

 La primera declaración de derechos del niño, de carácter sistemática, fue la Declaración de Ginebra de 1924, redactada por Eglantyne Jebb fundadora de la organización internacional Save the Children, que fue aprobada por la Sociedad de Naciones el 26 de diciembre de 1924.

 Las Naciones Unidas aprobaron en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, implícitamente, incluía los derechos del niño, sin embargo, posteriormente se llegó al convencimiento que las particulares necesidades de los niños debían estar especialmente enunciadas y protegidas.

 Por ello, la Asamblea General de la ONU, aprueba en 1959 una Declaración de los Derechos del Niño, que constaba de 10 principios, concretando para los niños los derechos contemplados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Seis años antes había decidido que el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para los niños (UNICEF) continuara sus labores como organismo especializado y permanente para la protección de la infancia (denominándolo oficialmente Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

 A partir de 1979, con ocasión del Año Internacional del Niño, se comenzó a discutir una nueva declaración de derechos del niño, fundada en nuevos principios. A consecuencias de este debate, en 1989 se firmó en la ONU la Convención sobre los Derechos del Niño.


Derechos del niño y legislación interna

 A partir de la promulgación de la Convención de 1989 se ha ido adecuando la legislación interna a los principios contemplados en la Declaración. Aunque la legislación y el sistema jurídico de cada país suele ser diferente, casi la totalidad de los países han ido consagrando medidas especiales para su protección, a nivel legislativo e incluso derechos constitucionales. Entre los Derechos del niño tenemos:

  1. Los niños tienen derecho al juego.
  2. Los niños tienen derecho a la libertad de asociación y a compartir sus puntos de vista con otros.
  3. Los niños tienen derecho a dar a conocer sus opiniones.
  4. Todos los niños tienen derecho a una familia.
  5. Los niños tienen derecho a la protección durante los conflictos armados.
  6. Todos los niños tienen derecho a la libertad de conciencia.
  7. Los niños tienen derecho a la protección contra el descuido o trato negligente.
  8. Los niños tienen derecho a la Protección Contra el Trabajo Infantil.
  9. Los niños tienen derecho a la información adecuada.
  10. Los niños tienen derecho a la Libertad de Expresión.
  11. Los niños tienen derecho a la Protección Contra la Trata y el Secuestro.
  12. Los niños tienen derecho a conocer y disfrutar de nuestra cultura.
  13. Los niños tienen derecho a la protección contra las minas terrestres.
  14. Los niños tienen derecho a la protección contra todas las formas de explotación y abuso sexual.
  15. Los niños tienen derecho a la intimidad
  16. Los niños tienen derecho a crecer en una familia que les dé afecto y amor.
  17. Todos los niños tienen derecho a un nombre y una nacionalidad.
  18. Todos los niños tienen derecho a la alimentación y la nutrición.
  19. Todos los niños tienen derecho a vivir en armonía.
  20. Todos los niños tienen derecho a la diversión.
 Y ahora viene mi análisis ¿Cuántos derechos les estamos robando y pisoteando a nuestros niños al quitarles el derecho a vivir? La respuesta simple y llana, es “todos”.

 Directamente, al decidir abortarlos, les estamos quitando el derecho a la protección contra el descuido o trato negligente: me embarazo por descuido, y aún así, no me interesa protegerlo, solamente deshacerme de él, eso es negligencia de mi parte.

 Les estamos quitando el derecho a la libertad de expresión: nos aprovechamos de que no hablan y de que no son capaces de decirnos abiertamente, con sus palabras, que ellos quieren vivir.

 Les estamos quitando el derecho a un nombre y una nacionalidad: una cosa es que no tengamos la obligación de registrarlos hasta que físicamente estén fuera de nuestro cuerpo, pero ellos, por el sólo hecho de estar dentro del vientre, ya son, y ya tienen ese derecho.

 Les estamos quitando el derecho a vivir en armonía: mientras no han nacido, su medio ambiente se reduce al interior del útero, donde una bolsa de líquido amniótico es su fuente de calor y protección, donde se alimentan a través de un cordón umbilical. Al alterarnos, preocuparnos, y tener sentimientos negativos contra él, alteramos la calidad del lugar donde ese pequeño ser vive, y por lo tanto, no lo dejamos vivir en armonía con su medio ambiente, con quien lo carga en su vientre, ni consigo mismo.

 Y por supuesto, al no dejarlos nacer, no viven, y no pueden pelear ninguno de sus otros derechos.

 “Mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás”. Se promueve el respeto a los vecinos, que si nuestro árbol les tira basura en su patio, ellos tienen derecho a tirarlo para que no les resulte incómodo. Si quiero tirar la barda de mi casa, primero debo consultarle al vecino si está de acuerdo, ya que esa barda también resguarda su casa. Se prohíbe manejar en estado de ebriedad porque se pone en riesgo la vida del ebrio y de las demás personas con las que puede llegar a cruzarse en la calle. Se estableció la ley antitabaco por respeto a las personas que no fuman. Todo esto es importante, es cierto, pero entonces, ¿por qué queremos cambiar la moral cuando se trata de respetar el derecho a vivir que tiene alguien que vive dentro del vientre de una mujer? ¿Solamente porque no puede hablar para defenderse? Eso sería tan válido como decir que un sordomudo, que no puede hablar para defenderse, tampoco debe ser considerado persona, y por lo tanto podemos abortarlo de la sociedad.

 Se promueve el respeto a los discapacitados. Un discapacitado es una persona menos capaz, pero no deja de ser persona. ¿no es eso un feto? ¿un discapacitado? No es capaz de salir corriendo por su propio pie, ni de gritar pidiendo ayuda, ni de hablar para pedir no ser asesinado, pero tiene vida. Su corazón late, se mueve dentro del vientre, patea, juega, se chupa el dedo, le da hipo. ¿Por qué no respetarlo como a cualquier otro discapacitado?

 Se promueve que los menores de edad tienen derechos sexuales. Bien orientado y explicado esto tiene su razón de ser y es plausible que les concedan sus derechos sexuales. Lamentablemente, en las escuelas, en las clases de educación sexual, solamente les están explicando a los niños a partir de los diez años, que tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, sus preferencias sexuales, practicar el sexo entre niños sin el permiso de los papás, y evitar embarazos no deseados.

 Pero es a los adultos a quienes nos deberían explicar que son los derechos sexuales de los niños, y como responsables que somos de nuestros niños, ayudarlos a ejercer correctamente esos derechos.


Los Derechos Sexuales y reproductivos de las niñas y de los niños


Derecho a una educación e información sexual igual para niñas y niños
 Niñas y niños, mujer y hombre son complementarios, se necesitan unos a los otros. De su unión nacen niñas y niños. Por eso es importante conocer no sólo cómo funciona tu cuerpo y cómo lo puedes cuidar, sino también cómo funciona el cuerpo del otro. Es decir, si eres niña, debes conocer cómo funciona tu cuerpo, pero también cómo trabaja el del niño y viceversa. Porque como niña tienes derechos especiales, al igual que el niño tiene los suyos. Sólo si unos conocen a los otros, podrán entenderse, ayudarse y complementarse.


Derecho al placer sexual
 Todos, niñas y niños, sienten curiosidad por su cuerpo. Es natural. A veces, cuando tocas tu cuerpo, sientes bonito, sobre todo cuando tocas tus órganos sexuales. Sentir placer al tocarte es natural y no tiene nada de malo. Tocarse por placer es una forma de conocerse y de disfrutarse. Tú tienes derecho a disfrutarte. Pero para disfrutar más, para conocer el enorme placer que encierra tu cuerpo, es necesario que te conozcas. Disfrutar de tocar tu cuerpo es lo que llamamos placer sexual, y es uno de tus derechos más preciados.


Derecho a decidir libremente lo que es mejor para ti
 De pequeños, niñas y niños dependen de sus padres. Ellos deciden generalmente qué es lo mejor para ti. Sin embargo, cuando seas más grande, tendrás que tomar decisiones por ti mismo acerca del cuidado de tu cuerpo y de tu salud sexual. Incluso deberás decidir si quieres tener hijos o no, o si los quieres adoptar. Nadie podrá decidir por ti. Tú tienes que decidir por ti mismo. Y para hacerlo necesitas prepararte desde ahora educándote e informándote.


Derecho a escoger libremente tus preferencias sexuales
 Desde pequeños crecemos con la idea de que, ya como adultos, lo natural es que a la mujer le atraigan los hombres y a los hombres las mujeres. Sin embargo, no siempre es así. Conforme crecemos, nuestros gustos y predilecciones se van formando, y así es como hay mujeres a las que les gustan las mujeres y hombres a los que les gustan los hombres. No hay nada de malo en eso, es simplemente una preferencia sexual a la que todos tienen derecho y que hay que respetar, porque es un derecho.


Derecho a recibir información y orientación sobre cómo evitar un embarazo
Las relaciones sexuales entre una mujer y un hombre pueden conducir a un embarazo. Pero las relaciones sexuales no tienen como único propósito la reproducción, es decir, tener hijos. Más bien son producto del deseo de amor y cariño que todos tenemos. Sin embargo, es común que las mujeres se embaracen, que tengan un hijo, sin realmente desearlo. ¿Por qué? Porque ignoran que se pueden proteger para gozar de sus relaciones sexuales sin embarazarse. El problema es que a niñas y niños generalmente no se les explica cómo evitar un embarazo porque muchos consideran que son muy pequeños para entenderlo. Cuando finalmente se les quiere explicar, por lo común cuando ya están en la pubertad, a veces es muy tarde, porque el deseo de gozar su sexualidad es irrefrenable y hasta irreflexivo. Por eso tienes el derecho de recibir desde temprana edad información y orientación acerca de cómo evitar un embarazo.


Derecho a tener información y educación para el cuidado de tu salud sexual
 Las relaciones sexuales no sólo son fuente de gran placer. También pueden producir, como hemos visto, un embarazo, o bien contagiarte de enfermedades que podrían ser mortales. Seguramente ya has oído hablar del SIDA, enfermedad que también se adquiere al tener relaciones sexuales sin protección y que causa la muerte. Pero así como es posible evitar el embarazo, también es posible evitar contagiarte de enfermedades transmitidas sexualmente. Pero para eso necesitas estar oportunamente informada (es decir, desde ya) para protegerte. Como ves, saber esto puede ser la diferencia entre seguir vivo y gozando, o morir.


Derecho a obtener servicios de salud de calidad
Así como tienes el derecho de saber todo lo necesario para evitar embarazos indeseados o contagiarte de enfermedades de transmisión sexual, también tienes el derecho a que, cuando vayas a una clínica, hospital o consultorio médico, puedas preguntar lo que quieras sobre tu salud y te den respuesta satisfactoria a tus dudas. Siempre deben atenderte con amabilidad y no maltratarte. Recuerda, se trata de tu salud y, por tanto, tienes derecho a saber lo que te afecta.


Derecho a vivir sin maltrato y sin violencia sexual 
 Escucha con atención: NADIE debe tocar tu cuerpo, particularmente tus órganos sexuales o partes íntimas, sin tu permiso. Tampoco te deben obligar a hacer algo que tú no deseas con tu cuerpo y que tenga relación con tu sexualidad. Si alguien lo hace, está cometiendo un crimen que puede llevarlo a la cárcel. Tu cuerpo es tuyo y de nadie más, y debes protegerlo. Por supuesto, tampoco nadie, NADIE, tiene el derecho a golpearte.

  Les están concediendo derechos sexuales a los niños a partir de los diez años, en lugar de respetarles su derecho a terminar de vivir su infancia libres de malicia y lejos de las maldades que cualquier adulto podemos llegar a cometer con ellos, y no se les quiere conceder a los nonatos el derecho a vivir hasta que puedan llegar a una edad en la que ellos tengan derecho a decidir que hacer con su vida. Como que estamos al revés, ¿no?

 Ahora bien, si se reconoce que un ser sexual tiene derecho a la vida, la sexualidad de cada ser se define desde el interior del vientre materno, por lo tanto el nonato, el feto, el bebé, o como quiera llamarse, ya es un ser sexual, y por lo tanto esos derechos deben aplicarse a él.


Fundamentos para promover el aborto:

 “Que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo”. Es cierto, estoy de acuerdo con eso, yo como mujer quiero tener derecho a decidir sobre mi cuerpo, que si quiero maquillarme, como quiero cortarme el cabello, como me quiero vestir, sin importar si me veo ridícula por no ir la ropa de acuerdo a mi edad o a mi físico, y si quiero hacerme las mil y un cirugías para verme más atractiva, es mi gusto y mi derecho. Pero decidir abortar, ¿Por qué no quiero verme más gorda? Esa es la única relación que existe sobre un derecho a mi cuerpo. Ese argumento es completamente egoísta. Decir que yo tengo derecho a abortarlo porque está dentro de mi cuerpo, es tan válido como decir que si tengo un hijo, ya nacido, que aún no camina y debo cargarlo todo el tiempo en brazos, puedo tirarlo en el momento que me cansa cargarlo, porque hace que me duelan los brazos y eso afecta a mi cuerpo. ¿quién se anima a tirar a su hijo en la calle porque ya se cansó de cargarlo?

 “Que las personas tienen derecho a disfrutar de su sexualidad sin consecuencias”. Opinar que una mujer puede tener derecho a disfrutar de su sexualidad sin las consecuencias de un embarazo, y por lo tanto poder interrumpirlo cuando ella desee, es un argumento tan válido como opinar que un hombre tiene derecho a disfrutar de su sexualidad de una manera brutal, golpeando a su mujer en el proceso, obligándola a tener relaciones sexuales con él aunque ella no lo desee, efectuando violaciones masivas de cuanta mujer tenga la suerte de cruzarse en su camino. La violación y la pederastía pueden dejar de ser delitos, porque al fin y al cabo, la están ejecutando hombres que están disfrutando de su sexualidad.

 “El embarazo produce, a juicio de la mujer, una afectación de modo sustancial en sus derechos fundamentales" ¿qué derechos exactamente está defendiendo la mujer que desea abortar voluntariamente? ¿y porqué no quiere recordar que todos los seres humanos, sin excepción, tenemos derechos y obligaciones? Se nos está olvidando la maravilla que significa ser mujer, que se nos ha concedido una gran capacidad de atención, y gracias a eso podemos al mismo tiempo desarrollarnos profesionalmente y cuidar de nuestra familia. Nos estamos volviendo muy flojas; al pelear nuestra igualdad de derechos con los hombres, nunca dijimos que queríamos reducir nuestras obligaciones al mínimo, pero eso estamos haciendo. ¿qué es lo que significa un hijo que hay que abortarlo? ¿una interrupción a un estilo de vida cómodo? ¿una carga inmensa de obligaciones y responsabilidades? ¿una interrupción de planes importantes? ¿no creen que dar vida y educar puede ser importante y productivo?

 “Es cansado ser juzgado por la sociedad y que me quieran imponer un estilo de vida que yo no quiero llevar” pues es precisamente lo que nos está imponiendo la sociedad. Nos está imponiendo un estilo de vida desinteresado y despreocupado. Los valores familiares, el cuidado y el buen ejemplo que deberiamos darle a nuestros niños cada día pierden mayor importancia, gracias a la sociedad en la que vivimos. Es cursi casarse y pasado de moda. Cualquier pretexto es válido para terminar con un matrimonio. Cambiamos de pareja como cambiar de casa de renta, e incluso a veces más fácil que lo que cambiamos de carro, preocupándonos solamente por nuestra felicidad como individuo, tratando de que nuestros hijos entiendan sin protestar nuestro derecho a ser felices, sin considerar que los ponemos al alcance de personas que los arriesgan emocional y físicamente.

 “Aún no estoy preparada para tener hijos, ya los tendré más adelante”. ¿y quién te garantiza que más adelante vas a poder tener hijos? ¿Qué tal si por abortar te conviertes a ti misma en víctima del aborto sucesivo? El aborto se define como la interrupción del embarazo de manera natural o intencional, este se da porque el embrión baja del vientre de la madre antes de tiempo. Una vez que una mujer a tenido un aborto o una amenaza de este mismo esta expuesta en sus próximos embarazos a sufrir abortos sucesivos

 “El objetivo de incluir en la Constitución la protección de la vida desde el momento de la fecundación, y que las mujeres que se practiquen por primera vez un aborto, sean sometidas a una serie de adoctrinamientos y pláticas a favor de la familia y la maternidad, así como darles un panorama para que se arrepientan y sientan culpa, les representa una situación psicológica terrible” creo personalmente, que cuando una persona deja de sentir culpa por sus acciones equivocadas, se está completamente muerto por dentro. Cuando no se siente culpa por haber cometido un aborto, es muy fácil tampoco sentir culpa por otro tipo de conductas negativas. ¿no es esa una situación sicológica terrible? ¿no tener respeto por ningún tipo de vida? Si vas caminando por la calle, y te cruzas con una persona, y de repente viene a ti un deseo irrefrenable de empujarlo sin importar las consecuencias, es una conducta sicológica terrible. Sin embargo, con esa persona has tenido en tu vida mucho menos contacto que con el ser que llevas en tu vientre. De verdad, ¿no merecen la misma cantidad, por lo menos, de respeto y consideración?

 Ahora, creo que si, las mujeres tenemos derecho a planificar nuestra familia, y a planear tener de manera responsable la cantidad de hijos que podamos cuidar y educar de la forma que deseamos cuidarlos y educarlos. Pero un asesinato no es responsable. Dice un dicho “si la vida te da limones haz limonada”, no dice “si la vida te da limones, tíralos porque querías naranjas” ¿verdad? Creo que es aplicable entonces a esto. Tratemos de cuidarnos efectivamente para solamente tener los hijos que estemos dispuestas a cuidar y educar, pero si la vida nos da un hijo inesperado, cuidémoslo y eduquémoslo con el mismo amor, paciencia y devoción. Pidamos ayuda si es que sentimos que la carga es muy pesada, con la familia, los amigos, ayuda sicológica, sistemas de adopción. Hay tanto que se puede hacer, que no es pretexto buscar la salida fácil del aborto.

 Y creo también, que si una mujer ha abortado y se arrepiente, no tenemos que reprochárselo, su pena es más que suficiente, y al contrario, debemos sentirnos mal como sociedad por no haberle inspirado la suficiente confianza y brindado la suficiente ayuda para que no decidiera abortar. Debemos pedirle perdón por no haber sido lo suficientemente humanos. ¿Alguien está conmigo?

   
Fuente: diccionario enciclopédico, editado por Ediciones saypa, 2002 
Fuente: http://www.articulosinformativos.com.mx/El_Aborto_Sucesivo_Baja_California_Sur-r1038969-Baja_California_Sur.html


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