Paz y Bien.
Por Teresa Maraveles
¿Cuantos deseos podemos tener para con nuestros seres queridos? Armonía, bonanza, salud, en fin, muchos y variados emanados del corazón y de nuestra sinceridad, y más, movidos por el cariño que tenemos a nuestras familias, amigos, y vecinos.
Pero ¿Que tal si esta navidad algo nos estorba? ¿Qué tal si el animo no esta muy bien como para desear cosas buenas? Tal vez alguien nos hizo enojar, o tal vez alguien nos ha dejado en el transcurso del año, talvez hay un puntito negro en el corazón.
¿Pues sabías que para eso es la navidad? Para sobreponernos a todas esas decisiones y acciones que hemos tenido a través de un año, Pues no festejamos a nuestro corazón o nuestro sentimiento, no festejamos por los regalos o la cena, ni siquiera festejamos la unidad familiar. Festejamos al Dios hecho Hombre. Y nos preparamos para mostrar esa alegría que esta por encima de todo.
Esa alegría que tenemos en el corazón y que con o sin cena, con o sin regalos, con o sin compañía llevamos dentro es la fuente de nuestrosdeseos.
Por eso en esta Navidad la revista Sueños desea que en nuestros corazones tengamos la disposición de amar, pues proponemos que es lo que marca la diferencia para todos los actos de nuestra vida. Si estamos dispuestos a hacer; es decir inmediatamente ejecutar la acción, sin queja, sin juicio, con prontitud, aceptación y alegría, deseamos enormemente que ésta la apliquemos a la caridad.
Caridad es amor, amarnos los unos a los otros como nos amamos a nosotros mismos. Caridad, amor por el cual hacemos bien a nuestros prójimos, caridad lazo de unión entre Dios y su creatura. Disposición que muestra constantemente desde que nos regaló al Dios-Hombre.
Recordemos pues ese hecho, y que la caridad y la disposición habiten en donde la paz a pesar de lo que pase queda inamovible. Que el Niño-Dios renazca en nuestros corazones.
¡Felices fiestas!
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