LAS DOS CARAS DE SAN VALENTIN
Por Alejandra Maraveles
No hay fecha en la que alguien pueda sentirse más enamorado que nunca o más solo que nunca. El día de San Valentín, aunque recientemente se ha convertido en una fecha más bien comercial, también es un icono para el amor y si, para los que están solos agregar “amistad”.
Para aquellos que tienen pareja, esta fecha es una presión enorme: El regalo perfecto, la cita ideal, las palabras correctas. Cada una de estas cosas hunde a las dos partes de la pareja en una búsqueda de ideas, de lugares y de regalos colocándolos en una situación sumamente estresante. Esto hace que muchas se pongan de acuerdo para no sucumbir a los encantos de esta fecha dedicada al amor. Y de igual manera hace que miles de parejas pongan su mayor empeño para hacer de ese día “algo especial”.
Pero una vez que llega la fecha y la presión termina, ese día para una pareja suele ser romántica, con los cines exhibiendo películas de amor, con gran cantidad de restaurantes promoviendo paquetes para dos, y con la plena conciencia de que estas con el ser amado. Es cuando sí quieres demostrar tu afecto públicamente, nadie dirá nada, porque parece ser que ese día todos se olvidan del pudor, y los besos continuos, las parejas sostenidas de la mano sobre las mesas, aquellas que se susurran cosas al oído pegan a la perfección con los decorados rosas, rojos y blancos que suelen ambientar plazas comerciales, tiendas y establecimientos de comida. Donde el adorno más recatado suelen ser los corazones de diversos tamaños y texturas hasta terminar con descarados ángeles cachetones y rosados que se toma por forma de Cupido.
Y pues esta enfermedad amorosa no solo se queda en los restaurantes y centros comerciales, los parques también se ven invadidos por los que se decidieron por un picnic, o por aquellos que solo desearon ejercitarte dando una vuelta caminando o en bicicleta. Y hablando de ejercicio incluso los gimnasios se ven repletos de parejitas que ese día lo pasan juntos quemando calorías.
Sí, definitivamente, esa fecha es romántica por excelencia. Las canciones de amor no dejan de sonar en la radio, en la TV arman una programación de películas románticas, documentales que hablan sobre el amor e incluso los típicos shows de concursos se enfocan a las parejas.
Entonces seamos sinceros, aunque digan que sea el día del amor y la amistad tenemos que cortarlo en solo “amor” porque la amistad es puesta a prueba, y como dicen por allí los amigos van a soportar que los dejes solos por estar con tu pareja. Porque es difícil que un amigo pueda armarte un alboroto porque no lo invitaste a salir cuando sabe que esa fecha es para compartirla con el ser amado.
Y aún si perteneces a un grupo donde haya alguien más sin pareja, salir ese día con aquel otro amigo resulta un fastidio. Donde sea que vayas encontrarás parejas derramando miel que será un recuerdo constante de que algo que no tienes. Por lo que salir queda fuera de cualquier plan.
Entonces, aquí viene esa cara oscura de San Valentín que todos aquellos sin pareja tienen que enfrentar.
Quedándose sin amigos para ese día, sin lugares a los que salir y peor aún si quedándose en casa el prender el radio o la televisión que están infestados de constantes recordatorios de ese dichoso festejo. Esa fecha suele ser un suplicio.
Por esta razón esta fecha que se supone es una celebración al sentimiento más puro del humano que es el amor, suele ser el festejo del año más triste para todos aquellos sin suerte en dicho sentimiento. Donde quizá sería bueno tener la opción de hibernar como hacen muchos mamíferos durante el invierno, aunque en este caso sea solo por un día.
Si, Valentín tan doble cara, por un lado tan brillante y por el otro tan oscuro, tal vez deberíamos dar gracias que este día solo dure 24 horas y que haga su aparición solo una vez al año.
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