Del barrio a la sala de conciertos

Del barrio a la sala de conciertos
por Perla Gutierrez

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¿Qué dijeron? Esta edición no habrá artículos acerca del bicentenario… como sabiamente dijo Adal Ramones ¡pues no es cierto! Porque durante todo el año se organizaron diversos eventos para celebrar el bicentenario en todo el continente, y este evento particularmente, me tocó presenciarlo muy de cerca, como para no dedicarle un reportaje especial en esta edición.



¿De dónde surge “Del Barrio a la Sala de Conciertos”?

Hace pocos años, en los Estados Unidos, surge el proyecto Hey Mozart, coordinado por el maestro Alejandro Rutty, director asignado por la Universidad de Carolina del Norte, que pretende acercar a los niños a la música, alentando a unos a descubrir al compositor que llevan dentro, y atrayendo al resto a través de composiciones originales, que ya no son escritas de adultos para niños, sino enteramente por niños. Verdadera música infantil.

Durante el año 2009, la Organización de Estados Americanos (OEA en español, OAS por sus siglas en inglés), como parte de las celebraciones del centésimo aniversario de su edificio sede en la Ciudad de Washington D.C., inaugurado en 1910, decide llevar este evento a latinoamérica, y les parece oportuno hacerlo entre los países que también estarán de fiesta durante 2010 con motivo de las celebraciones de sus respectivos bicentenarios de Independencia: Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela. La OEA realiza la invitación a los países seleccionados, para que cada uno de ellos lance la convocatoria y seleccione a tres niños cuyas edades vayan de los seis a los doce años de edad, que compongan una melodía, a la cual se le harían arreglos orquestales y se presentaría en un concierto de gala en el Kennedy Center, el 30 de Noviembre de 2010.

La mecánica del concurso:

Aunque la invitación fue similar a cada país, cada uno era libre de aceptarla o rechazarla, así como de establecer su propia mecánica de selección de los participantes. Claro que sin descuidar un requisito: el concurso no debía ser elitista, sino fomentar la inclusión social, para verdaderamente llevar a los niños Del Barrio a la Sala de Conciertos.

Las bases de participación fueron similares en todos los países, se les solicitaba a los niños que presentaran una melodía, ya fuera en partitura (escrita) o grabada en audio, en la cual se designara a un solo niño como autor, y considerando que el programa Hey Mozart se interesa principalmente por la melodía, de manera que si algún niño incluía armonías (acompañamiento) esto no influiría en la selección de la composición para formar parte del evento, y los arreglistas podrían tomar en cuenta o no las armonías de acuerdo a sus propios criterios.

Con mucha pena anuncio que Venezuela no aceptó la invitación. No haré más comentarios al respecto.

Pero los demás si la aceptaron, y aquí se los presento. Para que no digan que es favoritismo, vamos con el orden del programa.

México



La convocatoria fue lanzada por la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), a través del Sistema Nacional de Fomento Musical y Alas y Raíces, a través de unos carteles muy llamativos que fueron distribuidos en todos los centros donde se da educación musical para niños. Esta convocatoria se lanzó en el mes de Noviembre de 2009, y les ponía a los niños como límite el 29 de Enero de 2010 para enviar por mensajería su composición directamente a CONACULTA, la cual posteriormente se amplió al 19 de Febrero de 2010.

En la convocatoria se les pedía a los niños que compusieran una melodía con una duración entre veinte segundos y máximo tres minutos, basada en la idea "¿qué te dice tu barrio?", para lo cual ellos debían observar el lugar en que vivían y después componer una melodía sobre los sentimientos que les produjera esa observación.

Aquí participaron 150 melodías de niños, algunos de los cuales enviaron más de una composición. De esas melodías, el jurado de México, compuesto por Jorge Córdoba, Luis Pastor y Hugo Rosales, seleccionó 11, las cuales se enviaron a la Universidad de Carolina del Norte, donde se eligieron las tres melodías ganadoras.

Los resultados se dieron a conocer el 5 de Abril, anunciando a como ganadores a María del Rosario Martínez Diaz, de 10 años, de la ciudad de Colima; Daniel Camargo Oltra, de 12 años, originario de Naucalpan, Estado de México; y Omar Eduardo Cruz Gutiérrez, de 10 años, de La Paz, Baja California Sur... y permítanme dejar de ser imparcial en mi redacción: ¡¡Ese es m'ijo!!

Me resultó sorprendente y grato que, como dije, ganara una niña de Colima, el estado más pequeño del país, demográficamente hablando, y un niño de Baja California Sur, un lugar que el resto de los habitantes del país no ubica fácilmente en el mapa como parte de México. Y creo que en todo el país no hubo ese día alguien que celebrara tanto como yo al ver la lista de ganadores, ya que después me enteré que Cristina y Verónica (las mamás de Rosario y Daniel) no habían recibido la información completa del concurso hasta que sus hijos resultaron ganadores. Dichosas ellas que no estuvieron 5 meses mordiéndose las uñas en espera del resultado, jaja.

En el caso de México, la convocatoria establecía que los chicos viajarían a Washington acompañados de su padre, madre o tutor, así que por "dedocracia" las madres fuimos nominadas en nuestras respectivas casas para acompañar a nuestros hijos en el viaje. Aunque llegó un momento en que, por los horarios del viaje, debíamos arrastrar a los chicos en un estado de semi-inconsciencia por los aeropuertos, y de broma decíamos que las que viajábamos eramos nosotras, Cristina, Verónica y Perla, y ... ah, sí... nos acompañan nuestros hijos porque no hubo donde dejarlos.


También conocimos allá, aunque fue por separado, al maestro Julio Briseño, representante de CONACULTA, quien fue el encargado de coordinar nuestras actividades y ampliar todas las dudas que nos surgieron en el proceso.






Argentina

En Argentina el concurso fue organizado por la Fundación Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles (SOIJAR), institución fundada en Marzo de 1998, a partir de una creciente demanda desde diferentes regiones del país a la Orquesta-Escuela de Chascomús. Así que la convocatoria se distribuyó directamente entre los directores de orquesta pertenecientes a esta fundación, y cada uno de ellos la hicieron del conocimiento de los chicos, seleccionando las que se consideraron mejores a juicio de la fundación.
A los chicos de la Orquesta-Escuela de Chascomús, el maestro Agustín Andrade les propuso a los chicos inventar melodías a personajes creados por ellos mismos, de donde resultaron ganadores Esteban Senra, de 9 años, y Camila Zuloaga de 8; en la Orquesta Infanto-Juvenil de la Provincia de Jujuy, el maestro Sergio Jurado les preguntó a los chicos si contaban con alguna composición, eligiendo como ganador a Matías Vaira Remondegui de 9 años; de la Orquesta Infanto-Juvenil de Gral. Roca, se les pidió a los chicos que quisieran concursar que compusieran una estrofa, de unos ocho compases, y para la siguiente etapa se les pidió alargar la melodía, resultando seleccionada entonces Martina Caneo, de 10 años.
En el caso de los chicos argentinos, ellos viajaron a Washington acompañados de sus directores de orquesta, Agustín Andrade y Sergio Jurado, quienes también tenían varios eventos relacionados durante esa semana, por lo que solo coincidimos con ellos en las cenas… y pensar que no les tomé una buena entrevista a ellos :(

El viaje de los chicos argentinos fue de los más largos y cansados para llegar a Washington, pero para todos ellos valió la pena el esfuerzo. Hasta antes del evento, la melodía de Martina era la única disponible en internet, así que llegué al evento ya como fan oficial de ella.





Chile

En este país, la coordinación del evento la realizó la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile, publicando la convocatoria en el sitio oficial de la Orquesta Juvenil de Chile. Aunque las bases de participación fueron las mismas que en México, la fecha límite que se les estableció a los niños para el envío de su melodía fue el 10 de Diciembre de 2009.

Algo que no entendí de Chile, fue porqué en lugar de enviar tres chicos, como habían dicho en la convocatoria original, mandaron solamente uno. Lo que si estoy completamente segura, es que Matías Rosas, de 12 años, el chico ganador de Chile, realmente merecía estar ahí. Es un niño, bueno, ya no es niño, ya cumplió los 13 años, pero es un ser increible. Es autodidacta para la música, es decir, estudia sin maestro. Toca violín, quena y zampoña. Ha tocado en grupos de música latinoamericana, por lo que, aunque en Chile la convocatoria no pedía que dijeran lo que les decía su barrio, su composición tiene todas las características de su música regional. Es un chico muy independiente, siempre buscando sus propias oportunidades, así que por su cuenta él consultó la página de la orquesta, encontró la convocatoria y se inscribió.

Llegó a Washington, luego de un largo viaje de 12 horas en autobús y otro de 12 horas en avión, acompañado de su orgullosa mamá, Miriam, quien me contó que es hijo único, pero que la trae siempre super ocupada, de tantas cosas en las que se mete. Que así como ama la música, también practica el skate boarding y otros deportes extremos.

Un chico verdaderamente admirable, para quien no hay imposibles, que realmente llegará muy lejos, y que me alegra haber conocido en persona.



Islas del Caribe

Gracias al programa Orquesta de las Américas para la Inclusión Social (OASIS por sus siglas en inglés), este evento de celebración de la Organización de los Estados Americanos, se extendió a las Naciones del Caribe, de las cuales se seleccionaron como representantes:

Haití
Rebeca Roodlyne Pierre, de quince años, con gran gusto por el canto, fue la seleccionada de esta Isla, de la que a principios de año escuchamos mucho por culpa del terremoto que tanto daño les causó. Aquí si me dio mucha pena no poder hablar con la participante, ya que al preguntarle si hablaba inglés, contestó que no, español, contestó que no, que hablaba francés, así que solo atiné a preguntarle "qul est ton apele?" y me contestó "Rebeca"... y ya no supe que más decirle a la chica; definitivamente, debo aprender francés. Pero ella acudió acompañada de Bernardette Williams, la coordinadora del programa OASIS en Haití, quien le traducía todo el evento a Rebeca del inglés al francés para que no perdiera detalle.



Santa Lucía
Con solo diez años, la chica más alta del evento, Amelia Daniel, acudió acompañada de su orgullosa mamá,Lilith, (si, de platicar con ella se notó que estaba tan emocionada como todas las mamás que fuimos al evento) y de su maestra, Perla (la del nombre más bonito... ajá). De todos los niños participantes, Amelia era la única que hablaba inglés, así que le resultaba más fácil que a los demás comprender las actividades cuando eran en inglés.



Jamaica
Se interpretó la melodía de Monique Younger, aunque la chica no se presentó porque no pudo obtener la VISA. Que mal, deberían considerar permisos realmente especiales para casos como este.

Colombia

Aquí el programa fue coordinado por la Fundación Nacional Batuta, quienes además ya implementaron el programa Hey Mozart como un proyecto permanente. Esta fundación se crea en 1991, dedicada a la educación musical y dirigida especialmente a niños y jóvenes de entre 5 y 21 años de edad, tiene como principal finalidad ofrecer nuevas alternativas a chicos que por sus condiciones de vulnerabilidad son más propensos a tomar los caminos de la delincuencia o las drogas. Este programa ha tenido tan buenos resultados, que de hecho, hace algunos meses presencie una reunión donde la Directora de Cultura del Estado de Baja California Sur, México, proponía un esquema de trabajo con los principios que maneja la Fundación Batuta en Colombia.

Debido a que para el evento de Hey Mozart la fundación dispuso de 253 profesores, 284 centros orquestales distribuidos en 32 departamentos, 145 niños participaron formalmente, aunque más de 800 niños fueron atraidos a participar en este concurso, el cual se realizó con las siguientes bases:

• Entre el 27 de abril y el 7 de mayo los niños participan en el taller Inventando melodías que se realiza en todos los centros orquestales Batuta donde tienen la oportunidad de acercarse al tema de la composición e improvisación bajo la dirección de su profesor. Al finalizar el taller se espera que los participantes hayan realizado una composición.
• Cada profesor debe escoger tres melodías finalistas, entre las que hayan propuesto sus grupos y seleccionar la finalista.
• Las obras finalistas son evaluadas por el jurado que designe la Fundación Nacional Batuta, el cual escogerá las 30 mejores, para remitirlas al jurado de Hey, Mozart que selecciona las 15 ganadoras.
• Un grupo de compositores y estudiantes de composición de las Universidades: Andes y Javeriana de Bogotá D.C. y EAFIT de Medellín, realizarán una versión para orquesta. Los arreglistas deben tener en cuenta que la melodía creada por el niño debe primar.
• Se realiza un concierto en Bogotá D.C. con las 15 obras seleccionadas.
• Con las obras ganadoras se graba un disco compacto que se entrega a los ganadores a los centros orquestales Batuta del país.

De estos 15 niños colombianos que presentaron sus obras en un concierto en Bogotá, el pasado 2 de Octubre, se seleccionaron a los tres representantes de todo el país: Jesús David Nazareno, de 11 años, de Bogotá, Maryory Rueda Moncada, de 10 años, de Florida Blanca, y Sheila Melissa Lara Caballero, de 10 años, de Pasto.



Los niños llegaron a la Ciudad de Washington, D.C., el 29 de Noviembre de 2010, acompañados de quienes hicieron los arreglos orquestales, dos estudiantes de composición, Pablo Beltrán y Matías de Roux. En esta delegación de Colombia particularmente, se notó el énfasis y la importancia que se le dio al evento en su país, pues los chicos iban uniformados con sus chamarras de Hey Mozart Colombia.




El evento:

Todos los chicos debieron grabar el 29 de Noviembre una pequeña cápsula que sería transmitida durante el desarrollo del evento, en la cual dirían su nombre, su edad, su lugar de origen y lo que significaba la música para ellos. El maestro Mariano Vales, coordinador del proyecto, les había prometido a todos los chicos que no se preocuparan por lo que dijeran, que se les seguiría grabando hasta que estuvieran conformes con el resultado, y que se editaría cualquier falla que tuvieran. Claro que nunca aclaró que la edición quedaría para mostrar el lado más natural de ellos, como la forma en que Omar Eduardo tuerce la cara cuando rectifica su edad, la carcajada de Matías Rosas antes de hacer la aclaración que nunca había grabado una entrevista, o la forma en que Sheila amplía la información requerida incluyendo su domicilio, solo le faltó dar su número telefónico y decir a que hora va por el pan.

Así que, por fin, durante las grabaciones de las cápsulas, en el edificio de la OEA, todos los grupos comenzamos a coincidir, conocernos e involucrarnos. Me gustó comprobar que la fama que tenemos todos los latinoamericanos de afectuosos es completamente cierta, ya que tanto chicos como grandes nos saludábamos con mucho gusto, como si nos conociéramos de años y estuviéramos en medio de un reencuentro.





Muy bonito por cierto, el edificio de la OEA, con la fachada de un estilo similar a la mayoría de los edificios en Washington, con un bello patio interior, llamado patio Azteca, rodeado por las banderas de todos los países que integran la Organización, y letreros en piedra con los nombres de los héroes que libertaron América: Hidalgo, Bolívar, San Martín y otros más. Este mismo patio se divide en cuatro jardineras, cada cual conteniendo la vegetación típica de cada región del continente: hasta me encontré una biznaga que representa a la flora de mi estado. Y claro, no podía faltar la planta de cacao. También al fondo del edificio, cerca de donde los chicos grabaron sus cápsulas, se encuentra un mural larguísimo, realizado por un pintor Uruguayo, Carlos Páez Vilaró, que conecta ese edificio con otro administrativo.



Ya en el concierto, se transmitían las cápsulas de los chicos por país, y enseguida pasaban al escenario, a interpretar su melodía en el instrumento que la compusieron y luego les tocaba sentarse junto a la orquesta, al frente del escenario, para escuchar por primera vez las versiones orquestales derivadas de su creatividad. Excepto, claro, los chicos de Colombia, que ya habían conocido sus melodías en el concierto que se organizó en su país el 2 de Octubre, y que incluso llevaban sus discos para regalar de recuerdo a los chicos de los otros países.

Previo al concierto, se realizó un ensayo para que los chicos se dieran cuenta del orden en que pasarían al escenario, así que ahí tuvimos la oportunidad de escuchar por primera vez la composición de cada uno tal como fue creada:

Daniel interpretó en piano su melodía "Buscando la inspiración en la escuela". En el momento del ensayo le dijeron que tocara la melodía tal y como la había enviado, sin ningún otro tipo de arreglo, así que me quedé con ganas de conocer las armonías que ya está utilizando en sus presentaciones. Los arreglos orquestales de su composición los realizó Rodrigo Michelet Cadet Díaz, estudiante de composición.

Omar Eduardo, el otro pianista del evento, interpretó su composición "Pequeña melodía", también omitiendo las armonías que le había agregado recientemente. En este caso, los arreglos los realizó el maestro Jorge Córdoba Valencia, quien también había sido juez del concurso por parte de México.

Rosario compuso su tema "Melodía a mi espacio" usando su voz como instrumento, es decir, tarareo su melodía, recordando a los coros gregorianos, y se convirtió en la chica con más fans, pues al final del evento los chicos participantes de todos los países participantes la tarareaban a coro. Los arreglos corrieron por cuenta de Carlo Ayllón, estudiante de composición.

Matías Vaira tocó en violín su composición “Paraíso”, demostrando su habilidad al utilizar doble cuerda y cambios muy rápidos de cuerda. Definitivamente, cuando yo sea grande, quiero tocar como él. Los arreglos fueron realizados por Agustín Antonio Rodríguez.

Esteban Serna y Camila Zuloaga, pasaron juntos a interpretar sus melodías, ya que ambas estaban ligadas en el mismo arreglo orquestal, realizado por Sarah A. Baugher y María Lihuen Sirvent. Esteban interpretó en violín "El cazador José" y Camila, la más pequeña del evento, interpretó en trompeta "Canción de la bruja Sol".

Martina despertó nostalgia entre los asistentes que escuchamos "Despedidas" interpretada en violín. Los arreglos de su pieza los realizó Santiago Jaritonoff.

Matías Rosas sin duda fue el más llamativo del evento, además de su entrevista, al ser el único que interpretó su composición “Sueños de libertad” en un instrumento regional, la quena. Esta pieza fue arreglada por Jean D. Barahona Zamora.

Rebeca, sé que no miento al decir que nos llegó al alma a todos con su interpretación de “Dezi´m”, y no era necesario saber francés para entender que la chica decía "cuando canto se va la tristeza". En este caso los arreglos corrieron a cargo de Jonathan Stuart-Moore.

Amelia, muy tímida, pero feliz de estar en el evento, interpretó en violín su melodía “Roses”, de la cual realizó los arreglos el mismo maestro Alejandro Rutty.

Jesús interpretó en el concierto su tema "Melodía 1", arreglada por Natalia Valencia, en flauta, aunque aprovechó todos los momentos de que dispuso para deleitarnos con "Piratas del Caribe" y "Titanic".



Sheila cantó una melodía llamada "La tierra" en la cual se nota todo el sabor colombiano. Ella se sintió realizada en este evento, porque su mayor deseo es ser cantante cuando sea grande, así que siente que va por buen camino. Al terminar de cantar, Pablo Beltrán, su arreglista, pasó al escenario junto con ella.

Maryory interpretó en el Xilofono una melodía llamada "La alegría de mi corazón", la cual efectivamente resultó bastante alegre y pegajosa. Los arreglos corrieron a cargo de Matías de Roux, quien también al final, al igual que Pablo, pasó al escenario junto con la chica.

En este concierto, también se hizo la presentación oficial del CD que reune las catorce melodías ganadoras de este concurso internacional, bajo el sello de la Organización de Estados Americanos, como parte de la colección de Inter American Music Editions, el cual fue obsequiado a los asistentes del concierto. De hecho, al final del concierto nos dijeron "llévense los que quieran" pero no trajimos tantos como hubieramos deseado pensando en que tal vez tendríamos problemas en la aduana. Si hubiera leído antes la lista de los artículos que puedo introducir al país sin pagar importación, me habría enterado que podía traer hasta 30 discos... para el siguiente evento ya lo tendré en mente (ajá).

Aunque la grabación del disco del concierto fue realizada por adultos, la orquesta juvenil del Distrito de Columbia (DC Youth Orchestra) fue la encargada de realizar la interpretación de las melodías en el concierto en vivo. Como cualquier orquesta juvenil, son chicos formales en el escenario y traviesos en la vida diaria. Definitivamente un gusto conocerlos, y un placer comprobarlo.

Además del concierto, se organizaron otras actividades grupales: una visita al Museo Smithsoniano de Historia Natural, ese mismo donde fue filmada la película "Una noche en el museo"; una visita al Museo Smithsoniano del Aire y del Espacio, el cual es el museo más visitado de todo Washington, según el guía que nos dio el recorrido, y en el cual también se han hecho escenas de películas como "Una noche en el museo" y "Transformers 2"; una cena en un riquísimo restaurant de comida italiana, para celebrar el éxito del concierto y una cena en un lugar de comida mexicana, donde los mexicanos nos pusimos bastante exigentes con el menú, y me quedé pensando lo que de seguro piensan los japoneses cuando visitan nuestros restaurantes de su "comida típica". También se incluía en el programa una visita al Museo de National Geographic, pero después se marcó como opcional así que muy pocos la aprovechamos.



Los chicos, al fin niños, se integraron muy fácilmente entre ellos, y de pronto, era fácil encontrarlos haciendo travesuras juntos en cualquier lado. Como en un restaurante cuando se desaparecieron varios minutos hasta que alguien por fin dio el aviso de que habían encontrado que en el baño el expendedor de papel para secarse las manos era automático y lo estaban comprobando una y otra vez... o como cuando todos los chicos demostraron ser fans de Rosario, pues aprovechaban cualquier momento para cantar su melodía a coro. Pero debo decirlo, me encariñé enormemente con todos estos chicos, y fue para mí un verdadero placer tener la oportunidad de conocerlos a todos.





Y como muchas veces ya lo he comprobado, el tiempo es inexorable, y cuando menos pensamos llegó el día 2 de Diciembre, y debimos regresar a nuestras casas, pero con el cúmulo de recuerdos y la alegría de haber sido parte de tan importante evento, el cual, ya nos avisaron, tendrá nuevas ediciones, así que cuando su hijo, sobrino, hermano, primo, nieto, vecino, o lo que sea, les diga "quiero ser compositor cuando sea grande", échenle porras, porque lo más seguro es que en poco tiempo lo vean formando parte de este evento.

Quiero aclarar que al momento del concierto los chicos ya habían cumplido un año más de la edad que tenían cuando concursaron, (tomar en cuenta que la convocatoria se lanzó en noviembre de 2009). En años-niño, un año es un tiempo bastante largo para esperar un evento, pero también para madurar mucho emocionalmente, así que todos ellos se comportaban con mucha seguridad, y, esto es lo que más me alegra, lo que les queda a ellos como experiencia por ser ganadores. Todos ellos, durante este año, han sido objeto de felicitaciones, reconocimientos, homenajes, entrevistas, gracias a su gran talento.

Así es como gracias al programa Hey Mozart, estos 14 niños latinoamericanos han demostrado que las salas de conciertos no están pasadas de moda, que todavía queda mucha música por escribir que nos tocará el alma, que todavía podemos encontrar a grandes artistas a quienes admirar, que dejaran huella en el mundo. Pero sobre todo, estos 14 niños latinoamericanos se han convertido en verdaderos ejemplos a seguir, pues no importa si en un futuro son verdaderos músicos, grandes compositores, o si se alejan completamente de los escenarios, pues han aprendido, y nos han demostrado, que en verdad, sin importar tus origenes, puedes lograr cualquier cosa cuando te la propones, cuando no te rindes, cuando enfocas correctamente tus energías. Y que tus esfuerzos serán recompensados, cuando te veas llegar "del barrio a la sala de conciertos".

Quiero aprovechar para agradecer publicamente al personal de la OEA por todas sus atenciones, su esfuerzo y dedicación en la realización de este gran evento: Mariano, Delfina, Laura, Adriana y tantos más que no tuve el tino de apuntar sus nombres y ahora no los encuentro por ningún lado (y así me digo reportera ¬¬).

Aquí les dejo el enlace del concierto, grabado en vivo, y conservado dentro de los enlaces del sitio oficial del Kennedy Center:

http://www.kennedy-center.org/explorer/videos/?id=M4469